ojos cansados, abrì las cortinas, la mañana me recordò a la playa, llegar al mar y quitarme los zapatos, hundirme en arena, servì la taza de tè, diez y treinta, pensè en un descanzo pero seguì recorriendo la casa y pensando.. mi corazòn se sentìa algo vacìo, traguè tanta agua pude, aquella taza quedò completamente seca mostrando sòlo unos testos de tè en el fondo, quise sentarme ahì para dormir, de pronto imaginaba un bosque mientras leìa unos trabajos, cielo nublado, la ropa gris, fotografìas de los àrboles. eran las once cuando escuchè su voz desde la calle, pensè en asomarme pero hacìa un poco de frìo que me indicaba que no debìa hacerlo, una triste canciòn, dos cigarrillos en la nueva cigarrera, computador y cenizas.
Stick
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