viernes, 26 de noviembre de 2010

Dentro de mi café, siempre nos encontramos en el fondo de la taza durante una fiesta impensable llena de alcohol y gente. Yo preparo el mejor discurso para que lo lleves contigo cuando te vayas de repente y quede a la ves vacío dentro de las jeringas, entre ellos apenas las narices comiencen a sangrar dilataré una pista donde puedas encontrarme sonriendo y fumando algo. No hay tiempo para las consecuencias, entre decisión tras decisión podremos llegar hacia la brújula donde, lejos de los cazadores que asustan podríamos ser, simplemente algo a lo que estoy asociando, creerías correcto. Ven hasta este lugar tan solitario sin bulla, donde nadie pudo antes venir más que tú, cuarta dimensión de estrellas fugaces de este lugar en detalles de luna con miel para desayunar, en esta habitación por ultimo con los cubos de hielo que salen de tu corazón triste, bonito, agridulce para otra.
No la lleves a casa, me enteré que ya no podrás llevarla a casa, ¿por qué lo hacías? saca el producto y divídelo por los miles de partículas que me fueron rompiéndo dentro todas esas veces.

Stick

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