entre mis dedos comencè a juntar un poco de los recuerdos que iban cayendo y a la ves consumiendose por un orificio, mi cigarrillo comenzaba a enverdecer, mi corazòn se oprime al salir de casa, de pronto entro a un lugar, colores que chocan con la ropa, se impregnan con un olor a cigarrillo y cerveza, tiene 19, viene de ningùn lugar y continua adecuandose a un sistema que le haga feliz, cerrò la puerta de repente dejando caer un portazo en el fondo de mis oìdos, bebiò una taza de tè y comenzò a contar los recuerdos que le quedaban, tiene unos ojos increhibles, consumen uno a uno capìtulos de criptonitas y petazetas, abriò una ventana y dejò hiur el humo, observò el pasto verde a horas de anochecer, traga y vuelve, cambia de ciudad.
Stick
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